Elige una
mano, ábrela a la mayor brevedad, encontrarás lo que buscas. Eso sí, solo sino
decides esconderla de nuevo. Tan típico en ti.
Me gustaba el
olor a domingo, era y sigue siendo tan característico, llega a doler de lo que
gusta.
No siempre
esa fragancia tuvo lugar el último día de la semana, hay martes que se sentía
incluso más. Lo recomiendo.
Aquella noche
se nos olvidó decir que no a las horas, la noche y la mañana se fundieron en un
suspiro, hubo tantos gemidos como rizos caían sobre mi espalda. Por eso no
cambio ahora, para no perder la costumbre de acabar enredada a tu espalda. Creí
que no volvería a dormir así, pero una vez más, me equivoqué. Lo hice, y como
lo hice. Todo un placer, nos dijimos.
Quizás hagan
falta más personas como nosotros. No creo, en realidad, que sea bueno para el
resto, pero, mientras disfrutemos, ¿cómo decir que no?
Abrí la
botella de Velero a la misma velocidad que lo hacías tú con tus piernas, podía
haber seguido con ella pero he de reconocer que tenía mucho más tirón lo tuyo,
ya me entiendes. No quise perder el ritmo, de hecho, eso fue exactamente lo
único que no se perdió.
Supongo que
la manta no era Cashmere. No era tan suave, ni abrigaba tanto.
La mañana volvió
a caer de nuevo, el mejor despertar desde hace mucho. No faltó ni un detalle.
Giraba 180º y
volvía a mi estado normal. Sonaban las teclas, te ponías, no solo nervioso. Vuelta
a la calma, decidí no volver a pisar aquella tierra, no por ti, solo que los
zapatos arrastraban el barro de todo el recinto. Por lo demás, podemos
continuar.
Si piensas
que lo has hecho bien, perfecto, pero vuelve a analizarlo por si acaso. Siempre
encontrarás algo nuevo.
Imágenes que
no deberían salir nunca a la luz, o que en ese momento tuvieron demasiada. Quizás
el flash fue lo suficiente potente como para hacer que te quedaras conmigo, sí,
a mi lado, cinco meses más.
No era
continuo, pero sí lo suficientemente agradable para repetir.
Puestos a
calcular más tiempo del que debería. No quiero concretar, sospecho que si se
atan cabos no saldré airosa de esta.
Vale, lo
admito, me encanta mi vida.